Al observar una estructura al microscopio óptico o al electrónico, la luz o los electrones
atraviesan la muestra, dando lugar a la formación de imágenes que son ampliadas por las
lentes del microscopio. Para esto es necesario que los objetos examinados sean lo
suficientemente delgados, para que la luz o los electrones los atraviesen (figura 2.4).
En el caso de la microscopía óptica las muestras deben tener un grosor de 5-8 μm
aproximadamente, y para microscopía electrónica, valores entre 20 y 40 nm. Es necesario,
por tanto, cortar el material que ha de ser estudiado en "lascas" muy finas.
La preparación del material biológico muerto, para su estudio al microscopio óptico o al
electrónico, consta de pasos fundamentales.
- Fijación: Se refiere al tratamiento del tejido con sustancias químicas que no solo retardan las alteraciones tisulares subsecuentes a la muerte sino que también conservan su configuración normal. Los agentes de fijación mas utilizados son la formalina amortiguada y fijador de Bouin.
- Deshidratación y aclaramiento: Se aplica una seria gradual de alcohol iniciando con alcohol de 50% alcanzando de manera paulatina a alcohol de 100% para eliminar el agua, luego se trata con xileno para que el tejido se torne transparente.
- Inclusión: Se debe incluir al tejido en parafina fundida hasta que se infiltra por completo y luego se deja endurecer.
- Sección: El corte utilizando equipos especiales, los cuales presentan una cuchilla que corta "lascas" del material. Para microscopia óptica se utilizan cuchillas de acero y el equipo recibe el nombre de micrótomo. En microscopia electrónica se utilizan los ultramicrótomos, que emplean cuchillas de vidrio o diamante.
- Montaje y tinción: Los cortes de parafina se montan en portaobjetos de vidrio y a continuación se tiñen mediante colores hidrosolubles que permiten diferenciar los diversos componentes celulares.
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